Los detergentes ecológicos son el producto innovador y sustentable que necesitas en tu casa. El planeta nos necesita más que nunca. Por años hemos consumido productos que explotan la tierra y generan una cantidad brutal de desperdicios.
Estos desechos, la mayoría de las veces, tardan años en degradarse. Pero ¡estamos a tiempo! Si cambiamos nuestros hábitos y costumbres, podemos consumir de forma responsable e impactar positivamente en el medioambiente.
Ecológico significa una mejor alternativa con la misma eficacia. Los detergentes ecológicos están hechos con materia prima biodegradable que no contamina el agua y no daña las tuberías. ¡Incluso puedes usar el agua residual para regar tus plantas! A diferencia de los detergentes tradicionales, los cuales contienen componentes difíciles de degradar, contaminan y dañan el drenaje.
Impactos positivos
Tan solo los envases de plástico de los detergentes comunes tardan entre 400 y 700 años en degradarse. Esto sin contar el desperdicio de recursos, el uso excesivo de colorantes y otros químicos, la contaminación del transporte y los maltratos que ocasionan en la piel. Por eso ya tenemos nuestros nuevos detergentes ecológicos para platos, pisos, ropa, baños y vidrios. Con estos ya no tienes que usar guantes; los productos cuidan tu piel y te dan los mismos resultados de limpieza desde un consumo consciente. El impacto no solo tiene que no ser negativo, ¡sino que puede ser positivo!
Mayor calidad, mayor duración
Un producto diferente tiene un uso diferente. Y la ventaja de los detergentes ecológicos es que son de excelente calidad, por lo que con poca cantidad de producto puedes conseguir increíbles resultados. Un frasco de nuestro detergente ecológico rinde 5 veces más que los detergentes tradicionales, ¡así que también hay ahorro económico! Además, todos tienen un valor agregado, el detergente para ropa, por ejemplo, incluye suavizante. Con estos producto podemos generar no sólo cambios medioambientales, sino también sociales. Este planeta es el único que tenemos, así que ¡a cuidarlo!