Las nueces y semillas están llenas de nutrientes, grasas saludables y fibra. Con ellos podemos hacer recetas fáciles, deliciosas y satisfactorias, además de que dan una enorme carga de nutrientes esenciales a comidas. Si ya las comes regularmente, o si quieres empezar a hacerlo para aprovechar sus enormes beneficios nutrimentales, no olvides activar nueces y semillas de la manera correcta.
¿Sabias que por un mecanismo de supervivencia de la naturaleza, las semillas y las nueces están recubiertas por un inhibidor enzimático o antinutriente (ácido fítico y taninos) que las protege de los depredadores?
Estos inhibidores enzimáticos hacen que las semillas y las nueces no se activen ni tampoco se digieran fácilmente por el sistema digestivo hasta que no encuentren las condiciones idóneas para desarrollarse y reproducirse. Para sacar el máximo provecho de todo lo que los frutos secos tienen que ofrecer, primero debes remojarlas durante varias horas o durante la noche en un proceso conocido como activación.
Una de las razones principales de por qué la activación es beneficiosa para nuestra salud son:
- Elimina los antinutrientes como fitatos, taninos y bociógenos
- Ayuda a neutralizar los inhibidores de la enzima
- Aumenta la potencia de nutrientes como la vitamina B
- Hace a las proteínas más fácilmente disponibles
- Erradica las toxinas contenidas en el colon y estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas como los lactobaciles que sabemos que son vitales para la salud intestinal y de colon.
- Promueve el crecimiento de las enzimas saludables vitales para lograr tener una digestión saludable.
Cual es el proceso para su activación:
1.- Para activar semillas y nueces primero hay que lavarlas bien con agua filtrada en un colador hasta que el agua salga limpia.
2.- Ponlas en un bowl o recipiente cubriéndolas, como mínimo, con el doble de su parte de agua. Por ejemplo; si quieres activar 1 taza de almendras debes hacerlo con un mínimo de 2 tazas de agua.
3.- Se tienen que dejar activando durante el tiempo correspondiente según la tabla que se muestra a continuación:
4.- Una vez activadas, las colamos y desde el colador las enjuagamos hasta que e agua vuelva a salir limpia.
5.- Una vez que hacemos este proceso, nuestras nueces y semillas están listas para: Comerlas, germinarlas, procesarlas para la elaboración de recetas como leches vegetales, quesos veganos, pasteles, galletas, etc. También este proceso sirve para deshidratarlas y almacenarlas de forma segura para ya tenerlas secas cuando las queramos consumir.