¿Te acuerdas del dicho que dice: bien acomodadito todo cabe en un jarrito? Pues te tenemos una buena noticia: también aplica para los grupos alimenticios. Todos pueden ser parte de nuestra dieta en las porciones adecuadas. ¡No es necesario prohibir grupos alimenticios si sabemos consumirlos! Es cuestión de asesorarnos bien y no tenerle miedo a ningún ingrediente… como el aceite. Las grasas y aceites están muy satanizados a pesar de los beneficios que aportan y lo versátiles que son. Así que hoy te contamos un poco sobre algunos aceites, qué tienen de bueno y cuál aceite es mejor para cocinar cada tipo de platillo.
Agua pasa por mi casa, aceite de mi corazon
Ya estamos todos de acuerdo en que el aguacate es bueno. Falta entender una cosa: el aceite de aguacate también. Entre sus grandes ventajas, está lo que puede hacer este aceite por tu salud: ayuda a reducir la presión arterial, ayuda a eliminar los metales pesados del cuerpo gracias a que contiene clorofila, mejora la piel y el pelo por su alto contenido en ácidos grasos y aumenta la absorción de carotenoides que mejoran la salud ocular y reducen el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer.
Ahora… ¿cómo usarlo? Lo primero que tenemos que considerar al usar un aceite es su punto de humo, es decir, la temperatura a la cual empieza a oxidarse y perder propiedades. Y como el punto de humo del aceite de aguacate es muy alto, puedes usarlo para cocinar a altas temperaturas sin preocuparte. Nuestra recomendación es usarlo para saltear y freír la comida salada. Aunque también es excelente para preparar aderezos de ensalada. Prueba una gotita sola para decidir con qué ingredientes combinarlo.
El coco no es un monstruo, es una maravilla
Una cosa importantísima en esta vida: consumir triglicéridos de cadena media. ¿Dónde encontrarlos? En el aceite de coco. Los beneficios van desde un aumento en tu energía casi instantánea, debido a que se digieren súper rápido, hasta mejores niveles de colesterol bueno en sangre. Este aceite mejora la salud del sistema circulatorio y tiene propiedades antimicrobianas. Puede sustituir otros tipos de aceite o a la mantequilla.
Lo consideramos el más versátil de todos, ya que también se puede utilizar para fines cosméticos, cuando necesites: hidratar tu cabello, piel o labios, desmaquillarte o incluso afeitarte. Sus propiedades neutras (insaboras e incoloras) harán que se vuelva indispensable en tu vida diaria.
Un clasico: el aceite de oliva
Hay que consumir omega-3 y omega-6, y se encuentran en el aceite de oliva. Hay que consumir grasas buenas, y también las encuentras en el aceite de oliva. Este ingrediente maravilloso que viene del fruto del olivo incluso podría ayudar a reducir el riesgo de diabetes y a reducir la glucosa en sangre según algunos estudios. Y sabe delicioso.
Lo recomendamos, sobre todo, en frío: puedes usarlo para hacer aderezos y nunca falla. También lo puedes usar para cocinar en caliente, pero en ese caso es importante que cuides que la temperatura sea media o baja para que no pierda sus propiedades. Es perfecto, por ejemplo, para asar. Su sabor es ligero y combina bien con lo salado.
Ghee, mi amor
¿Por qué la obsesión con el ghee? Porque tiene ácido linoleico conjugado, un ácido graso que aporta una lista de beneficios larguísima a nuestra salud. Tiene efectos antiinflamatorios, anticancerígenos, disminuye la presión arterial e incluso puede ayudar a reducir la grasa corporal. También aporta vitaminas A, E y K2; y minerales como el calcio, fósforo, cobre, zinc, cobre y selenio. Además, el ghee favorece la digestión y protege la salud cardiovascular. En Estado Natural puedes encontrar este botecito de monerías.
Su sabor se parece al de algunas nueces y queda bien en recetas dulces o saladas. Tiene la ventaja de que resiste muy altas temperaturas y puede usarse para recetas horneadas. Todas esas cosas que quedan ricas con mantequilla, quedan aún más ricas con ghee. Esa es su magia.
Así que ya sabes, si te preguntas qué aceite es mejor, la respuesta es que depende del uso que quieras darle y los beneficios que buscas. Todos estos puedes encontrarlos en Estado Natural y aprende a consumirlos sin miedo a que perjudiquen tu salud. ¡Hacen todo lo contrario! Recuerda que con medida y buena asesoría, todo se puede.