Cuida el agua, cuida la vida

Una cosa es segura: sin agua no podemos vivir. Es vital para los seres humanos, es vital para las plantas, es vital para los animales, es vital para el mundo. Otra cosa es segura: al combatir el mal uso de este recurso, combatimos también el cambio climático. Lo importante es que debido a que el uso del agua está en todas partes, su cuidado también. ¡Hay muchísimo que podemos hacer para cuidar el agua y reducir su desperdicio y contaminación!


El mar y el río 

Parece que hay agua en todas partes: el mar es una masa gigante de este líquido vital. Tenemos ríos, lagos, quebradas, lagunas y más. Y, aún así, es un recurso al que no todos tienen acceso y que cada vez peligra más. Además, no todos los cuerpos de agua contienen agua potable. Lo primero es, por supuesto, no tirar basura cuando estás ahí. ¡Necesitamos agua limpia! Y también es una forma de respetar y proteger la fauna y flora que habita ahí. Pero si quieres ser aún más cuidadoso, investiga las prácticas de las marcas que más consumes y asegúrate de que procuren contaminar lo mínimo posible. 


Meatless monday 

Una de las industrias que más agua utiliza es en la ganadería. Se necesita muchísima agua para mantener a los animales. La dieta occidental incluye una gran cantidad de carne roja, que es lo que más contamina, y podríamos prescindir de muchas de esas porciones. Tal vez el veganismo no es lo tuyo, pero seguro que sí puedes aplicar el meatless monday y eliminar tu consumo de proteína animal al menos un día de la semana. La proteína también la puedes obtener de fuentes vegetales como las legumbres. En Estado Natural tenemos muchísimas opciones para que hagas recetas vegetarianas. 


Ropa de segunda mano 

La industria de la ropa contamina muchísimo el agua. Sobre todo cuando se trata del fast fashion, pues son prendas elaboradas a bajo costo que están hechas para durar poco. Lo importante es hacer consciencia sobre cómo nuestros hábitos afectan el cuidado del planeta. La ropa de segunda mano es una opción súper buena para poder tener tu clóset como te gusta sin el enorme desperdicio. También hay marcas que proponen alternativas como tela reciclada. Y si puedes acceder a ropa de mejor calidad le podrás dar más uso y tendrás que renovarla menos, entonces quizás la inversión es la misma.   


Reduce tu huella hídrica

Tu huella hídrica es la cantidad de agua dulce que usas directa o indirectamente. Por ejemplo, un uso indirecto de agua dulce es el agua que se utilizó para producir tu ropa. Y un uso directo es el agua que usas para bañarte. El caso es que debemos intentar reducir esta huella al mínimo. Algunas formas fáciles de hacerlo son: cierra la llave mientras te enjabonas en la regadera, pon una cubeta al lado de tus pies mientras te bañas y reutiliza el agua para jalar el escusado, revisa constantemente que no haya fugas en tu casa, usa una lavadora de alta eficiencia (si puedes) y detergentes biodegradables, no enciendas la lavadora de trastes hasta que no esté llena y lava la ropa solo cuando tengas una carga completa.


Hay mucho por hacer

Lo que podemos hacer para cuidar el agua es muchísimo. Lo importante es informarnos y poner en práctica todo lo que podamos. Recuerda que los cambios, cuando los haces poco a poco, se vuelven sostenibles a largo plazo. Así que tampoco te frustres si no haces todo perfecto a la primera, poco a poco lo vas a lograr. ¡Pero no te rindas! Porque literalmente no vamos a sobrevivir si no usamos el agua con conciencia y empatía por las futuras generaciones y quienes (hoy mismo) no tienen acceso a este recurso. 

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